Hecatombe con sabor a chilangolandia
La Luna engulló al Sol y poco a poco el cielo se fue oscureciendo. El crepúsculo cubrió cada rincón de la Ciudad de México. La noche cobraría vida por tres largos días. Nadie imaginaba que el fin de una época estaba por iniciar. Aquella mañana de lunes, los telediarios saturabanCuéntame más…