Electrocardiograma

Recuerdo el último día que te vi en casa, tenías un dolor extraño cerca del pecho, dijiste que te ahogaba, pero pronto se te pasaría. Yo queriendo que no fuera lo que fue, tratando de salir por la tangente, pero fue imposible; era el día, era la hora. Tú estabas tranquilo, no era como suelen decir, pero tu mirada lo contaba todo, ¡tú sabías! Veías a tu alrededor convencido de que ya no regresarías más, me veías a detalle, veías a detalle la casa, como tratando de memorizar cada cosa en su lugar, para llevarte recuerdos.

El sopor del final del día había desaparecido. Bajaste peldaño tras peldaño la escalera de la casa y volviste a subir peldaño tras peldaño. Tuviste la fortaleza para hacerlo, tal vez queriendo demostrar que aún podías. Cargaste a tu nieta pequeña Natalia, la sentaste en el viejo banco de madera del restirador, sacaste un chicle de tu bolsillo y se lo diste, estuviste ahí con ella unos minutos, la hiciste reír antes de marcharte. Mientras, yo corría hacia las farmacias buscando una “sublingual” el medicamento que estaba escrito como garabato en la receta que me habías dado, no recuerdo a dónde fui primero, iba con los ojos llorosos, sentía los pies pesados como grandes rocas, a pesar de que la distancia era corta me pareció que corría en horizonte infinito. Por fin llegué y no encontré las pastillas en ninguna de las dos farmacias a las que fui. Mi hermano te llevaría al hospital. Cada minuto y cada segundo fueron eternos para llegar al electrocardiograma, como si el tiempo tuviera algo personal en contra de nosotros.

—El sesenta por ciento de su corazón ha sido dañado— dijo el médico. Infarto al miocardio decía su acta de defunción. Ahí es cuando tu corazón se sacude y llegas a la conclusión: estamos a merced del tiempo. La vida es un hilo que pende de cada instante y que está en uno mismo hacer algo memorable. El verdadero diagnóstico fue que tu partida, tu ausencia, lapidó una parte de nuestra vida, aunque resanada, se siente el dolor hasta el hueso.

4 comentarios

  1. A veces tus palabras me hacen reír, recordar memorias ajenas, vivencias coloridas, sabores, olores que llevan tus letras… pero otras me haces llorar!!!

    TQM mi querida Rox! Abrazo fuerte!

    1. Gracias querido amigo. Te mando un abrazo. 🥰

  2. Felicitaciones a Rosa María!! Sentir la angustiosa lentitud para atrapar a la vida es lo que deja sentir cada palabra escrita en ELECTROCARDIOGRAMA!!

    1. Gracias por su comentario, lo valoro con el corazón. ¡Bendiciones! 🫶🏻

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