A media vida y otros poemas

A media vida

El cielo de las diez y su espectáculo de luces

lleva dentro, o fuera, o en algún lugar que todavía

le pertenece, un sonido de llanto;

cruza la primera, cruza la quinta que se adelanta,

con ventaja, robando camino y canta, o eso parece,

 ya la distancia lo hizo trueno,

se va el cielo y sus luces, el azul escapa

de la espesa noche. Es inmenso el vacío

en que un cielo puede hacer saber el olvido,

es el cielo de las diez o tal vez diez con cinco

y la luz no está, solamente la prisa de los perros

por andar las calles, perros, perros; terrestres

de piso, de caminos que humanamente se trazaron.

Que horror de noche; seguir las alturas

Incluso por entretenimiento

es un camino de soledad y aflicción.

La respiración y su secuencia

silenciosamente incluye un acomodo

en exceso necesario, un recorrido,

tal vez un recorrido roto

que se parece más a las cosas medias.

Una minuciosidad que ronda el cuerpo

abriendo caminos de aire, de vida;

Que son acaso medias vidas.

Sin razones

¿Quién pudo nacer nuevamente?

con cuerpo ajeno y mirada renovada,

quien es otra persona es también desconocida

para el mundo y sus cercanos, es la ruptura,

un vínculo que, de tan conocido, es ahora

un camino por conocer, distinto

casi un disgusto. ¿Quién puede quererte?

Para querer conocer hace FALTA,

¡Ay mío! ¡ay de mí! eres lo que no fuiste

Y por ser ahora te perdiste,

el orden en que no estás; en tus manos

acomoda lo que ya era, lo que fue.

Eres el rio nuevo, la nueva agua, el camino,

deja que el caudal sea destino y vierte

tu tranquila corriente.

Es día

Miradas por ternura que habitan el día

Entre sol y sol son luz

¿Por qué quererte? Preguntaran los suyos

pues no ha bastado ser hijo de mirada dulce

son los ojos el portal al trato, al recelo, son

dos gritos ahogados de abandono,

es acaso el fin de lo que no se quiere,

es acaso el inicio de querer sin sitio,

por la noche en un segundo escapa, al sueño,

al sueño, él es la mirada, pues sus ojos

han sido para el mundo la espera de un nuevo día

con la oportunidad lejana de ser mejor, 

de no extrañar más con esos hombros,

de no ahogarse en esos ojos, de resistir

 al encuentro de los pasos lentos por la mañana.

Queda y sublime

Es él, el día, las horas que no pasan por el cuerpo de todos

mira al cielo que es techo, mira al horizonte

lejano para el resto de su vida,

no pasan dos horas, o tres en que no intente

buscarse por defecto, por configuración

o por delirio. La vida se da así, con paredes grises,

con daño y su cura, la cura que no llega o encuentra

 un atajo, la cura o el daño, No importa, corazón de 11,

 no importan las últimas señales, quedar-se tiene

por naturaleza la jaula dentro, la llave fuera,

 el llanto atado a la interminable razón del abandono.

Llévame

Con rabia llévame, así entre penumbras

la luz dijo, Dios “Se hace”, en algún momento,

sí, lo dijo, ante quienes no escucharon y

definitivamente ante quienes no vieron.

Llévame favorita de mí, al otro lado, a la orilla

también, es importante considerar ahogarme

o liberarme sin opción a flote, ahí, en el centro

que levanta la marea cada cinco minutos.

Desde aquí se siente así, ola tras ola,

Hueco tras hueco, partida tras partida.

Es insólito pensar una vida sin el último giro,

sin posibilidad de quedarse, de discutir la otra orilla

de nadar en el centro, de resistir por decisión

al mar de tu existencia.

1 comentario

  1. Wooow!!! conozco a Julio Genis hace años y me parece una persona tan humilde y modesto, se que tiene más en sus borradores y espero un día publique un libro con todo ello, espero ser de los primeros en adquirirlo, sus textos están geniales ya quiero escucharlos echos canciones, si que cante, canta y grita al mundo todo lo que guardas hermano que aquí queremos leerte.

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