Hay perros que no duermen y están inquietos
¿A qué le ladran estos perros?
A algunos excita los aromas de la noche, la proximidad de la lluvia, las
estrellas desprendiéndose del firmamento.
No gustan de los forasteros, así, muchos persiguen las
sombras deslizándose por las paredes
los gatos pulgosos en las azoteas.
Otros a la luna. O a su recuerdo. A la muerte inminente. A los
cascarones de los pensamientos que los hombres dejan caer de día.
A sus compañeros, que les imitan. Envían mensajes
a sus perras lejanas
Periféricos, avenidas humosas.
Les brillan los ojos. Saltan jubilosos alrededor
de sus propias huellas
Enredan sus patas, olfatean los rincones
ladran porque extrañan no verte
No saben que los hombres temen a la noche
Le ladran a los sueños, a los perfumes de las flores
a la tierra húmeda, al trozo de excremento que alguno ha dejado
en mitad de la calle.
Aullan sus profecías de mañana, son los agoreros
de la imaginaciónNo tienen memoria, nunca aprendieron
a sonreír
No te piden un hueso para contarte la buena fortuna
Vienen y se van
Dicen que ven al diablo. Yo creo que lo que ven
Son los espantapájaros de mi miseria.
El alba llega
Los perros duermen.
Hermosos perros.Perros de inmemorial tristeza.

(México, D.F. Noviembre 19, 1958) es antropólogo social de carrera. Ha estado dedicado a la enseñanza del idioma inglés durante más de tres décadas y en diferentes instituciones y organizaciones. Promotor cultural, trabajó al lado de los maestros Alejandro Aura, Jorge Alberto Chona y Gerardo Carrillo Mateos en la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, en el proyecto Libro-Club de la Ciudad de México y en el Centro Cultural Ollin -Yoliztli, realizando actividades de animación a la lectura, divulgación de la historia, cursos de arte para niños y jóvenes, entre otros. Es caricaturista, actor de teatro y de doblaje y traductor.
