Bruno decidió no dormir con los vecinos y regresar a casa. Desde que cumplió dieciséis años, ya no le parecían entretenidas las piyamadas. Tampoco las peleas de Gokú, ni los carruseles descarapelados de la feria, ni las máscaras de Octagón o Fuerza Guerrera, ni siquiera abrir los huevitos de KínderCuéntame más…
Carmen tenía una vida y una familia normal, aunque no era feliz. Amaba a sus 2 hijos, Gabriel y Miguel, como cualquier madre ama a su descendencia. Llevaba 15 años aguantando golpes, humillaciones y malos tratos por parte de su esposo, Manuel. Eran casi los mismos años que tenía deCuéntame más…
Siempre le había parecido que los amaneceres en la Ciudad de México eran partos lentos y dolorosos, en los que el sol nacía muerto. Bernardo Esquinca Todo comenzó con un persistente olor a madera quemada, que se extendía como tentáculos invisibles entre las avenidas y entraba sin invitación por lasCuéntame más…