Oda al regocijo y Soy

Oda al regocijo

Te toco

mariposa

de vuelos hialinos

y sueños azules

escarabajo

de huella esmeralda

y páginas metálicas

Te abro

mi corazón

de arroyo herido

Imprime tu voz  

quédate

tu morada sea

y con nada se interrumpa

La armonía

penetre

como el sol

apacible

que opaca luceros

y candelas

y murmura

hilos de amor

que entibian el aliento

guardián de mi remanso

y canta

y guarda mis versos

Al alba

tus alas ígneas

besen las sombras.

Soy…

Me pregunto, ¿quién soy?

acaso es mejor preguntarse  

¿Soy quien irrumpe el universo?

¿Soy con mi alma verdadera?

¿Tiene hálito mi esencia?

¿Fui concebida por casualidad fortuita

o por probabilística?

¿Quién soy? ¿Quién soy?

¿Acaso insistir asegura la respuesta?

¡Si jamás sabré del cardumen cuántos peces guarda!

¿Quién soy, quién soy, quién soy, quién soy?

Y mi voz suena

como repicar de campana

 ácida

como vuelo de alondra al terminar la lluvia

en busca de refugio

en tarde de hojas secas.

Y mi voz suena

como el rugido de un pinacate entre la arena

al final del hastío

como aleteo de libélula

posada en la espina

 para libar la nada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *