Ficciones y otros poemas

Ficciones

Noventa veces negó mis sueños,

pronunciando armas, temiendo luz,

La misma que se hace en el ojo

cuando despertamos al mundo.

Noventa noches sujetó el abismo,

la persona más libre del mundo,

destruyó sus lugares, sus tiempos

en un viaje sin destino, a fondo

sin posibilidad, sin ruinas.

No hay viajero exitoso, todavía,

la oscuridad que habitamos

en su espesor, contiene rastros,

todos los rastros del fracaso,

de fantasmas que vuelven,

Impredecibles ficciones que unen

la posibilidad y el eterno retorno.  

Cosas del mundo

Tuve una vez en la vida, al inicio

cuando las cosas del mundo estaban en el futuro

y no en las manos, las imágenes suelen elaborarse

incluso sin abrir los ojos,

antes de mirar hacia atrás, allá donde no había nada

pero ahora contiene todo.

Los gritos de los niños que corren;

siempre fueron una posibilidad de gritos amigos

o una suerte de compañía que más tarde desaparecería,

Los regaños de mamá y papá que advirtiendo

trazan un camino hacia las despedidas,

son los futuros posibles, un tiempo desconocido,

lugares que aún no habitamos. La mínima respiración,

nos llena, reconforta y después lo destruye todo,

las cosas del mundo se van de las manos.

¿Cuándo fue que nos llenamos de futuro?

Mis flores ya no escapan

Con ojos quemantes mírame, soy yo,

la misma presencia que se acompaña

de todas tus miradas, soy amanecer

si me miras, centella, tiempo vivo.

Las flores que sueño ya no escapan,

sus raíces penetraron tierra adentro,

las lágrimas con creciente flujo

han salvado cada pétalo y su aroma.

Llévame al jardín que contengo, empújame

al vacío que lleva al centro y libérame

en un rosal sin espinas. Toma las flores,

sus tallos, la raíz, llévalas a otra tierra;

a tu tierra y canta. Mírame, mis flores

Ya no escapan.

Sus ojos son de piedra

Sus ojos son de piedra, se hicieron

mirando sueños imposibles, trabajando la vida

con manos sangrantes, con hambre,

porque la vida cuesta; dicen.

Enseñaron a mi pueblo a no merecer su comida

a no merecer los salarios, a sufrir.

Basta con andar un rato, por ahí

Intentando ver lo que ahora tienen negado

Pues las personas ojos de piedra

Ven muros por todas partes.

Quiero que mi pueblo llore, que llore.

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