El mar oscuro

     El mar oscuro                                                

                  I

Cuando era niño

la Diosa

de la depresión

me puso

en las manos

una flor de hielo

                     cuida la belleza

                    de las tinieblas

me dijo.

Ella

se llamaba:

Amaterasu abscondita.

Estábamos

en la playa

del mar oscuro

fueron de ceniza

las arenas.

                Hado

V

Amaneció contaminada la ciudad, los seres feéricos se han adaptado al humo, casi dejando de ser y siendo mal. Te buscaré a través de velos de nicotina, marihuana y cristal. Orgía de hadas depresivas y furiosas precede el sitio donde duermes, suena el darkwave, miro de lado alado al hado helado, estás cautivo en una telaraña, destruyo los hilos que te apresan, no hablas, con los ojos recién despiertos tomas mi mano y me llevas al círculo de piedras, solitario.     

VI

En lo oscuro pude seducir al hado, cómo resplandecían sus ojos bajo la corona alada. El hado estaba caliente. Juntos en el horno de hadas nos desnudamos, nos besamos, hicimos el amor. El tacto sobrenatural del hado era doloroso y bello, hubiera dado lo que fuera para que no terminara, pero desapareció.  

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