Destino de cenizas

El éxtasis que incendia y se eterniza
más allá de la piel
el dolor que apaga y quiebra
más allá de la piel
las orugas de la tenacidad
el mensaje desoído de las golondrinas
el gusto a páramo y orín de mandriles y energúmenos
la cueva del rencor donde procrean escorpiones y gusanos
las flores negras de la envidia
el infierno cotidiano de la envidia
poetas sensibles con algo metafísico que canta en sus arterias
alimañas excitadas que pululan y gritan y se muerden
las palabras inspiradas revelando los tesoros incorpóreos
la flecha que desangra poco a poco
el vientre de la lucidez
la belleza de tigres en alerta con miradas desafiantes
la luz atemporal de Cristo
que intenta salvarnos
la soberbia inconsciente
y su destino de cenizas.

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