Camiseta
Eran la 1:35 de la mañana, Milagros se mordía las uñas mientras estaba recargada en la pared entreviendo la calle por un espacio pequeño de la cortina en la ventana. Sonó el teléfono, dio un brinco y se arrancó un pedazo flojo de piel de su dedo. Corrió a contestarCuéntame más…