Campirana
La lluvia cae repentina
en lánguidos arrozales
en los valles esmeraldas
donde campan unísonos
los cánticos de cigarras.
Diamantinas líquidas
de doncellas apenadas
bañan sin menoscabo
al maizal, alfalfares
viñedos o cañaverales.
Sin desparpajo
con musical arrogancia
sobre el verdor ondulado
la lluvia ofrece sus cantos
cantos dispersos
a los valles y montañas.
.
Mar de lamentos
El mar se mece por olas
envuelto en azules plásticos
ópalos, cuarzos
impregnados con cantares
de tortugas laceradas.
las gaviotas buscan perlas
para hacer collares largos
que lucirán en la playa
las ausentes palmeras.
los albatros buscan peces
por mercurios atrapados
para hacer un estandarte
que lleve en la proa el barco.
.
Las almas… mi alma
Mi alma aguarda anhelante el trino de alegres notas
de cenzontles, ruiseñores abejorros y lechuzas.
Voces blancas, negras, rojas, son las almas que gritan
entre las verdes marañas que oculta la enigmática selva.
Los silencios son testigos de súplicas y lamentos
de las junglas y los bosques por salvar a sus almas
las almas…
mi alma…

Nació en el municipio de Texcoco, estado de México, ahí vive desde hace más de sesenta años. Su reciente ingreso al mundo de la creación literaria llevada de la mano por maestras y maestros ocurrió al inicio de la pandemia del covid19, lo que coincidió con su retiro laboral. Inició con el taller “Mujer escribir cambia tu vida”, incursionó en la poesía y posteriormente en novela autobiográfica y cuento.
Acostumbrada a la escritura técnica, ha encontrado en la creación literaria la forma de transmitir sus sentimientos apoyada con los talleres virtuales de la Escuela de Escritores Ricardo Garibay y del Centro de Desarrollo Comunitario Los Chocolates. Participa en dos grupos de lectura y escritura creativa del estado de Morelos.
