Contemplo tu foto —esa
donde estás recostado en la luna de arena—.
Cubres tus ojos mercurianos con gafas de sol
y cruzas los brazos, temerario muchacho,
seguro de tu belleza.
No me hizo falta escuchar tu voz más allá
del mensaje encriptado
que recibí por error en mi celular
el día de mi cumpleaños.
Nadie me había escrito ni enviado GIFs de pasteles
o copas chocando,
y comenzaba a pensar que yo era un doppelgänger
que alguien había conjurado
después de embriagarse con vodka de arándanos.
El sentido de mi vida fue descifrarte,
aunque nada sé de matemáticas y criptografía
y me pregunto si Enigma habría sido más hábil
rompiendo tu cadena de signos.
El mensaje: [ ]
No era ruido blanco
ni caracteres nulos.
Eras tú,
una lengua ajena a la mía.
Tal vez la voz de un servidor
revelándome los secretos del universo
en ASMR.
Al tiempo recibí la postal,
no más fácil de interpretar.
Entre aberraciones cromáticas
desentrañé tus rasgos casi humanos,
enmarcados en granos imperfectos
de sal, de arena.
Aunque nada sé de coordenadas,
apunté a un objetivo.
No me resulta difícil creer que existes,
porque te he reconocido con un telescopio robado.
Y quiero creer
que no soy un error en tu algoritmo.

Emmanuel Rambry (Tlaxcala, México 1990). Es Médico Cirujano y Partero por la BUAP. Escritor. Ganador del Premio Estatal de Cuento 2023 (Tlaxcala). Seleccionado para formar parte de la antología de cuentos breves Triskaidekafobia: Trece años de mala suerte y Navidades Paralelas III, de Lengua de Diablo Editorial. Publicado en el número 5 de la revista de ciencia ficción y fantasía: Colectivero.
