Llegué a la casa después de las 8. Inserté la llave en la cerradura y giré despacio,
la puerta hizo clic y entré con la completa oscuridad frente a mi. Busqué el
apagador pegado a la pared detrás de la puerta, cuando sentí que algo revoloteaba
en mi cara.
De manera automática lo aparté y encendí la luz. Era una polilla que insistía en
ponerse de frente mío. Al prenderla, subió de manera automática al foco y siguió
dando giros alrededor. Observé mi mano y vi ese molesto polvo que dejan a su
paso.
Caminé a la cocina. Busqué nuevamente el apagador y volví a sentir ese molesto
aleteo en la cara. Encendí la luz, y nuevamente allí estaba. Casi sentía que
respiraba ese molesto polvillo.
Me dispuse a cocinarme algo, cuando escuché el sonido del teléfono en la sala,
me dirigí a responder y colgaron en cuanto puse la bocina en el oído. La luz de la
pantalla se encendía y percibí, nuevamente, dos polillas volando alrededor del
brillo. Ese pequeño brillo de luz las llamaba.
Era raro como esos insectos habían logrado entrar en la casa cuando todo el día
permanecía cerrada. Me dispuse a regresar a la cocina, pero al dar el paso observé en el piso varias de ellas caminaban en círculos, incluso a algunas las
había aplastado a mi paso sin percatarme.
La luz las llamaba poco o por lo menos no como es costumbre.
Levante el pie y varias salieron volando debajo. Me resultaba imposible pensar
que en algún momento te hubiera gustado coleccionarlas. Siempre escuchaba su
revoleo en las paredes y ventanas, incluso después de que fuiste.
Tu abuela nos decía que el cadáver de los muertos las hacían, eran el sitio
perfecto para procrearse. Pensé que el piso las contendría junto a tu cuerpo
putrefacto pero se empeñan en salir por los resquicios y las grietas del cemento.
Ross Sotomayor (Puebla, México) María del Rosario Sotomayor Vázquez, docente por vocación y escritora por afición. Trabaja en la Preparatoria Lic. Benito Juárez García de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Le apasionan los temas de terror, horror y ciencia ficción. Fue participante de la 2ª Muestra Internacional de Science Rap Fest (2023) y en la 4ª Muestra Internacional de Monólogos y Stand Up Científicos (2022). Es investigadora del ramo Inquisición Novohispana en los temas de brujería, hechicería y pactos con el diablo, lo que la ha llevado a participar en congresos como “Miradas a la Inquisición, desde la Literatura, el cine y otras artes” (BUAP, 2023); XI Jornadas académicas: La ciencia ficción y lo fantástico en el Cine y la literatura, dedicadas a la Magia, la Brujería y la Hechiceria (FES, Acatlán, UNAM, 2023); y en el 1r Congreso Temas Novohispanos, Historia, arte y literatura (Colegio de Morelos, 2021). Ha publicado en la Revista Fantastique (2019); en La tinta del silencio, El fulgor de la Estrella negra, Homenaje a David Bowie (2017), en la Revista Penumbria Cinéfila y Catálogo de la Tienda de Antigüedades del Perverso Mefisto; en Fobica Fest con Sombras y Ven a jugar; Revista Especulativas con la minificción “Abuela”; Anapoyesis: Literatura, Arte y cultura en Imaginarios Postapocalípticos con “El último horizonte” (2023); Colectivo Delfos, Fanzine 2 (2023); Revista “Lengua de Diablo” (2023) y en la Antología “Brujas y hechicería” de editorial Akera con “El vuelo” (2024).