Del cuarto chakra

Constelación de palabras

(Poema visual)

Tengo una sensación confusa

Tengo una tristeza domesticada

Tengo una pena que ya no grita

Tengo un dolor a contracorriente

Tengo pequeñas lágrimas frente al monitor

Tengo un sombrero de palma en la ventana

Tengo una pena palpitando

Tengo una cita con las amigas

Tengo ideas que exprimir

Tengo tersa la piel

Tengo un sello de amor a la mitad de la espalda

Tengo una promesa de amante

Tengo un número de teléfono que no contesta

Tengo imágenes alegres que me brincan desesperadas

Tengo una vara mágica que puede aniquilar todo

Tengo un vago recuerdo de unos labios pequeños, encontrados

Tengo la imagen de un dedo cicatrizado y sensible

Tengo un cd donde no grave mi risa a su lado y hubiera valido la pena

Tengo piernas fuertes, fuertes y calientes

Tengo imágenes de lugares desconocidos

Tengo un registro de sonrisas infantiles

Tengo una libreta grande y exigente

Tengo un arcoíris café atrapado en cristal

Tengo muchas preguntas como siempre

Tengo la confianza sentada en el regazo

Tengo la ternura queriendo huir, espantada

Tengo música a toda hora

Tengo “mujer no llores”, en chino, bajeada

Tengo unas ganas de hacer el amor muy bien guardado

Tengo una linterna para buscar sirenas

Tengo una tristeza ausente, en silencio

Tengo una esperanza sin brújula

Tengo una excitación musicalizada con banda

Tengo mis manos llenas, apretadas

Tengo tus miedos como botanas para mis cervezas

Tengo recuerdos infantiles que se hacen uno contigo

Tengo una casa encima, una parte del cuerpo roto, un rescate

Tengo una manta naranja para el frío de estar sola

Tengo un alacrán desmembrado

Tengo la palabra hiriente y sin sentido

Tengo mis pechos en tus manos

Tengo el cuerpo escondido

Tengo una pregunta: ¿tú que tienes?

Tengo una casa en proceso

Tengo una confianza que te tambalea

Tengo una ventana sin límites

Tengo tuberías sin lugar

Tengo a la tierra tomando forma

Tengo a Gaudí jugando en el jardín

Tengo botellas vacías para recordar mis pesadillas

Tengo una ventana azul para sanarme

Tengo una galaxia cósmica donde estás perdido

Tengo un recuerdo y una memoria jugando ajedrez

Tengo algo que decir que no recuerdo

Tengo una mancha de tinta en mi dedo

Tengo películas pendientes, quietas, en sus estuches

Tengo un paisaje verde entre edificios grises

Tengo quijotes, molinos de viento y rocinantes repetidos hasta hacerse Escher

Tengo una mesa redonda que no rueda porque le pesa el cristal

Tengo una taza fuera de lugar

Tengo fotos, fetiches y ángeles ordenados fuera de mi juicio

Tengo mi respeto intacto

Tengo la necesidad de hacerte presente

Tengo pellejitos en los labios

Tengo ganas de borrar tres meses de un jergazo

Tengo una memoria en orden conspicuo

Tengo los años 50s en mi mano derecha

Tengo sus círculos concéntricos pidiéndome girar

Tengo el agua negra que contiene a mi placer

Tengo atenciones que organizar

Tengo un libro sobre la frontera donde no estas

Tengo llamadas perdidas de números que no conozco

Tengo un canto de lotería en el alma

Tengo mis senos defendiendo mi corazón

Tengo tu boca en ellos

Tengo los idiomas mezclados con los orígenes

Tengo el gozo del movimiento

Tengo la vida y ella, me tiene a mí

Tengo a mis ángeles colgados en mi nombre

Tengo solicitudes pendientes

Tengo peticiones a mí, bien formuladas

Tengo plegarias a punto de cantarse

Tengo un milagro a punto de cumplirse

Tengo mis ojos esperando sus destellos

Tengo a mi dragón protegiendo mi destino

Tengo la seguridad de estar en tu deseo

Tengo tu culpa paralizándote, cumpliendo se misión

Tengo a mi gata en mis brazos

Tengo mis oídos para escuchar lo que no quieres saber

Tengo un torrente ruidoso de tu boca, pero no te oyes

Tengo tu pasado abrumando tu presente

Tengo un grupo de perros peleando su fidelidad

Tengo mapas carreteros semidoblados

Tengo aves del paraíso en almácigos

Tengo un autoreconocimiento feroz

Tengo palabras soeces riéndose antes de salir de mi boca

Tengo el atrevimiento de confesarme

Tengo la sanación de la escritura

Tengo una carta amorosa con mi nombre en azul pegada en el refri

Tengo mi fe tibia como la menta

Tengo, escúchame: la seguridad de haber estado en tu corazón

Tengo la turbulencia de los granos fermentados

Tengo el cuenco de la almohada hecha con tu descanso

Tengo deseos…eso es todo: deseos

Tengo el baile en mi sistema circulatorio

Tengo mis manos levantando mi falda para tus ojos

Tengo la quietud embalsamada

Tengo el color aceituno en mis ojos

Tengo la voluntad adolorida en la espalda

Tengo mis uñas azules

Tengo el honor de volar con un hada pelo rojo

Tengo a Himalaya en mi vida

Tengo sus conjeturas sobre la guerra y la paz

Tengo un reenvío sobrio, rápido y contradictorio

Tengo las quiero y los no puedo

Tengo jotas y ges dándose un quien vive

Tengo un pacto de amor conmigo misma

Tengo por hijo un héroe

Tengo un caballero bien armado

Tengo una lista interminable de lo que tengo

Tengo el ego herido

Tengo la cabeza fuera del agua

Tengo mi destino en pleno diseño

Tengo una despedida cariñosa

Tengo mi intensidad juzgada fieramente

Tengo espacio en una agenda llena de fotos

Tengo un email paralizado

Tengo un dado sin corazón

Tengo una frase cayendo de canto

Tengo unos costales de yute aburridos, esperando

Tengo mi desazón gritando

Tengo mi corazón estrujado

Tengo tu imagen acechando

Tengo tus confesiones de amor tiritando

Tengo nuestro desencanto sin lugar

Tengo regalos que creí promesas

Tengo la certeza de que todos nos equivocamos

Tengo otra certeza: la de la curación del abrazo

Tengo la paz en el saber que siempre hay mañanas

Tengo la aceptación de mi monologo

Tengo letras para tus ojos

Tengo un brazo para ti

Tengo consuelo para tu guerra interna

Tengo mi integridad aquí, junto a mí

Tengo tu huida de ti mismo acompañándote a todos lados

Tengo mi encanto, todo, y tu ceguera

Tengo la presencia de tu pasado aplastando tu futuro

Tengo el cansancio que deja el juicio a los otros

Tengo la pluma fuente que me regalaste para agradecerte el recordarme lo que tengo.

Link para escuchar y ver el poema visual:

2 comentarios

  1. Maravilloso. El filo poético, esencia femenina que se trasluce en formas nostálgicas, otras cotidianas, también están las sensuales y las muy divertidas; las filosóficas y las interpretativas, bello abanico oral que pinta de cuerpo entero, y de alma también, la rica personalidad de Juana de los Angeles.

  2. Impresionante, una cohomprensiva lista, una secuencial confesión, declaraciones sistemáticas pero todas ellas Rubik de imágenes, de emociones. Siempre me gustó como lo escribes-describes-enlistas… casi puedo pasar mis ojos por cada objeto-emoción-recuerdo. Gracias.

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