Dos ladrones
Habían probado de todo: estafas callejeras, asaltos de poca monta, engaños y fraudes. Las piernas ya no eran las de gacelas. La juventud se les iba, así como se les iba el aire al robar carteras. Lo peor era que nada de lo que hacían parecía brindarles el dinero queCuéntame más…