Espejo
Daniel M. Covarrubias La noche era más oscura que de costumbre, las gotas de sudor rodaban hasta mis palmas, la respiración entrecortada y los ecos de la noche hacían estragos mis oídos. El viento comenzó a resoplar, era hora. Me levanté con temor de la cama, mis piernas dudaban yCuéntame más…