Trivialidad

Quizá te preguntes con un lamento
y recorras tus ideas viajando al pasado,
haciendo desfilar frente a ti, tus desenterrados recuerdos.
Quizá te fatigas arañando suspiros,
escarbando sin uñas sobre las alas del tiempo.

Quizá te preguntes;
en qué lugar viví oculto con todos mis besos,
en qué parte de tu ausencia me sentiste tan lejos.

En mi ansía, vivió clavada como una espina
la ilusión inocente de que algún día serías mía;
Entre las sillas de madera, los espejos y alacenas,
los garrafones azules, las innumerables macetas.

Te soñaba huyendo de mi mano,
te soñaba corriendo en las escaleras,
estirando nuestros besos,
hasta el horizonte sin bordes de la azotea.

Yo sé que tu vida se ha poblado de las cosas que extrañas.
Y que un dolor callado de ausencia hace llorar tu alma.
Yo sé que a veces desde el cielo,
cierta melancolía se asoma por tu ventana.

Quizá te preguntes con un lamento. Ahora que estamos juntos,
por qué no me reconocen tus ojos, pero si me reconocen tus besos.
Por qué ahora que parece tan tarde,
He venido con tantas caricias para quedarme.

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