Texas Turtle Burger

Nada les cuesta a los restaurantes colocar fotografías en los menús, tampoco nada me cuesta a mí preguntar. Esta vez culparé a la timidez producida por el lenguaje no natal. Heme aquí seducido en la barra de un dinner gringo, esperando el posible primer error de mi esperanzador viaje a los Estados unidos: la Texas Turtle Burger. La espera de lo no certero llega a ser abrumadora. ¿Cómo será la hamburguesa? ¿Verde? ¿De tortuga?
Veo con ansia pasar de largo a los meseros. Las bandejas por lo alto: waffles, cheeseburgers, ham n eggs… Se detiene un mesero alto y rubio frente a mí: «Your coke, sir», coloca el vaso en la barra y se aleja. Ojalá y todo fuese como en mi Coahuila; allá, en la mayoría de los restaurantes, además de que los meseros reciben calurosamente al comensal, hay Dinoquesadillas. Para los curiosos como yo, que no podemos evitar pedir el platillo más simpático y animal del menú, la Dinoquesadilla es un lugar seguro; llega la orden y recibes sí o sí una quesadilla en forma de dinosaurio. La única interrogante es que especie te servirán.
¡Ding! ¡Ding! Un plato humeante sale de la ventanilla. Alguien parecido a mí, pero con mandil, llama al mesero. Se acerca: puedo escuchar el borboteo del platillo, la tortuga está nadando. «Enjoy your meal, sir. You can…», siguió pronunciando cosas que ya no logré comprender, también señaló una barra. Asentí a todo. Definitivamente nadaba. Tomé el tenedor y pinché al animal: los fluidos emanaron y dieron paso al humo. Las partes de la quimera consistían en una carne de res termino medio, quizá superior a los cinco centímetros, envuelta en una red de tocino. Debajo de las cuadriculas se asomaba una sábana amarilla: queso americano. Las extremidades, formadas con salchichas. Que tortuga tan más triste y grotesca.
Ni pan ni lechuga, quizá a eso se refería el mesero con la barra: cada uno debe buscar con que cubrir su carne. Resignado y pensando en los manjares jurásicos que dejé atrás, doy el primer mordisco. Siento las papilas rebosantes de aceite, trago y doy la bienvenida al sueño americano.

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