Sin rostro

Sin rostro
Niña de rostro desconocido
esencia de mujer
de caminar ligero
perdida en tu grotesco entorno
sobrevives
al implacable destino.

Tu búsqueda no conoce linderos
ni fronteras
que limiten
saciar la sed del cuerpo.

Los pies descalzos
de gruesos callos
llevan el peso de tus ansias
y advierten ilusiones
cansadas.

No escondas el rostro al buscar vida
en tierra árida, estéril,
nada germina
clava su espina el maguey   
como puñalada
tu huella diluye
sonrisa perdida.

Sed de aguamiel, pulque o agua
¡tu sed es mi sed
tu hambre es mi ansia que aclama justicia!

Espíritu ancestral guía tu silencio
te lleva por senderos de arroyos
empapa tus pies y labios
llena tu cántaro, sacia tus deseos
el dolor escapa
de tu fatal abandono.


Venas con estrías

El corazón estruja sus heridas
solo obsidianas viajan sobre el cauce
del tiempo
la memoria del caudal queda impregnada
en la piel reseca.

La tierra abraza
la esencia estéril de su entraña
el silencio yace en la memoria
del que rebosaba
turquesa y menta.

El venero perdió la vida,
ahora, solo silencio (también muere)
ya no existe
¡Ya no canta!
el agua se disfraza en limo,
lodo y roca en las entrañas.

El viento
dispersa
el llanto sigiloso de la iguana
que baja la cabeza
porque…
el corazón estriado
resquebraja sus venas.
¡a falta de agua!


Llorona

Mujer indígena de tiempo eterno
fuego sin llama
corazón sin plasma
que levitas sin tiempo de espera
en busca de la paz
que perdiste en el agua.

El deseo desborda
por encontrar en tus brazos
al hombre que derrita tu calor
¡aquel mestizo de raza!
unido a ti por las alas de la noche

huye con la mueca de la luna;
al despertar…
desolación
donde has parido
¿a cuántos hijos?

Tu rostro expresa el engaño
que deja el traidor mestizo
el viento aspira tus lágrimas
dispersa tus gritos
mujer
en la penumbra.

II

Juzgada por el universo
enclaustrada en tu historia
soportas con dolor el enigma
rehúyes al hastío de incógnitas
pantanal de siglos
donde muere tu ilusión
por la raza de quien amas.
Sabes que te niega
tú no eres su deseo,
eres su sosiego oculto
solo tierra fértil en tu piel
indígena.

Con gritos asumes el porvenir vacío
de tus hijos sin vida
arrojados por despecho
a las aguas del olvido 
que acallaron el llanto
y tus deseos
en ese instante cruel  
que te haría eterna.

Los buscas a la media noche
en la agonía del amanecer
con perseverancia constante
¡ánima sin existencia
espíritu vacío!

Los buscas en la barranca
del miedo profundo
en el embravecido arroyo
de tu desconsuelo
en las crestas rasgadas del río
que florece con dolor profundo
el grito eterno
¡dónde están mis hijos…!


Amante nocturno

Mi voluntad doblegas
en ese instante eterno
de contemplación
que recrean mis ojos
me arrastra al torbellino de alas rotas
̶quebradas por el grito vespertino donde agoniza el poema ̶
entre el deseo que flota
lirio azul
en el estanque de pasiones.

Quiero rozar tu piel con alas de espuma
con perfume de amapola
quiero tocar tu rostro moreno
fundido en la conciencia
ver tus ojos en la alcoba
despierta
flanqueados por cejas de oyamel  
y cabello cubierto
con polvo de otoño.

Llegas entre sombras
y me abrazas
a tu placer me entrego
entre lámparas dormidas
vigías perpetuas
del amor que llega sin retorno
en caballo de crines bermejas
que se vuelven
cenizas.

Adas arrullan la cuna de la utopía
colmada de luciérnagas discretas
que apagan sus destellos por momentos
sin perturbar el tiempo
hecho segundos
minutos
horas
permaneces ―amado―
y me besas
entre nenúfares, oyameles y agapandos
¡campanas al viento, dejen amar a mi sueño!


Photo by Caio
Photo by Sindre Fs

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