RECUERDO LLUVIOSO
La lluvia me recuerda que estoy
hecho de penas y alegrías viejas.
¿Para qué sirven las goteras,
abuelita? Solo para saber
dónde hay que poner un
baldecito, niño, solo eso.
Ah, yo pensé que era para
ver el cielo chiquitito en
los días que hace sol…
Abuelita, déjame jugar otro
ratito bajo el agua… Y ella
bueno, pero cuidado te da
gripe, pero la gripe no existía
porque Dios era de los buenos
y jugaba también, empapadito,
hasta que se iba sin despedirse
entre las gotas de colores.
La lluvia me recuerda que estoy
hecho de penas y alegrías viejas.
ADVERTENCIA
Si una tarde ya no te ves
en el espejo, es que se cansó
de ti, de tu mirada hueca,
de tus labios a medio cerrar,
de tu soledad y sus antojos,
de tu alma de toda la vida,
del peinado con la raya chueca.
Si una tarde ya no te ves
en el espejo, no lo limpies;
es que se apagó para defenderse
de ti, de esa manera que tienes
de quejarte tan a la antigua,
por el hueso roto y las goteras,
por el botón que falta y hasta por
el frío que le sobra a la noche…
Si una tarde ya no te reflejas
en el espejo, no lo quiebres,
déjalo, que ya bastante tuvo
con aguantarte de cuerpo entero.
SOBRAS
Dame lo que te
quede de alma,
de sangre,
de soledad;
lo que te sobre
de boca, de piel,
media espalda,
un solo ojo
si quieres…
Yo sabré qué
hacer con eso.
Jorge Ampuero (Ecuador) nació en la hacienda Los Álamos, del cantón Naranjal, el 12 de enero de 1970. Pequeño aún partió con su familia a Guayaquil, ciudad en la que estudió periodismo e hizo la mayor parte de su vida profesional. Trabajó en Diario Expreso, primero como corrector de pruebas y después en las secciones Internacional y Cultura, siendo este último espacio el que le daría la oportunidad de encontrar su verdadero oficio: cronista cultural. Posteriormente, colaboró con Diario El Telégrafo, en la sección Retrato y haciendo crónicas de viajes. Por un breve periodo trabajó en El Diario, de Manabí, El Mercurio, de Cuenca, y la revista Mundo Diners. Actualmente dedicado a la agricultura, se da tiempo para colaborar con la revista digital Bagre Life y el portal Los Cronistas, dirigido por Rubén Darío Buitrón. Admirador de César Vallejo, Roy Sigüenza, César Dávila y David Ledesma, entre otros, desde muy joven ha escrito poesía y se ha valido de las redes sociales para su difusión.