Celular, te amo. Tu tamaño es inversamente proporcional al de mi felicidad.
Me acompañas, hablas con la voz de los amigos más queridos, destilas la sabiduría de mis padres y abuelos.
Cuando me marcan, brillas como una ciudad de noche, vibrando con el ritmo de miles de canciones de moda.
Tienes todas tus teclas en su lugar, suaves y firmes a la vez. Me envías mensajes cariñosos que me reaniman y fortalecen.
Das la hora y la fecha, avisas de eventos importantes y citas impostergables. Eres mi guía en este mundo confuso.
Cuando sin querer te golpeo, no guardas rencor. Eso sí, eres demandante al pedir que te conecten al enchufe… ¿pero quién no se pone de malas con hambre? Al alimentarte regresas a la vida y yo contigo.
Celular, nunca olvidaré las horas interminables que jugamos, las emociones a tu lado, nuestras fotos de viajes, y las canciones que cantamos.
Estaremos juntos siempre, siempre, hasta que me llegue la promoción anual de mi plan y te cambie por otro, pero aparte de eso, siempre.

Edith Esquivel Eguiguren.
Veracruz, México. 1982. Esposa, mamá y escritora de cuento y ensayo. Maestra en Ciencias Políticas y Sociales. Fue beneficiaria del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA) Morelos 2011. Egresada de la Escuela de Escritores Ricardo Garibay (Morelos) generación 2015-2017. Ha publicado en diversas revistas, antologías y blogs literarios. Obtuvo el primer lugar del Concurso de Cuento y Poesía en la Alta Milpa 2024.
Gracias por tus letras llenas de humor, de sarcasmo, de realidad.