Qué mal jugada la del Creador,
cuando en mi receta quiso apelmazar el azúcar,
cuando se fue al huerto para sacar el cacahuate
y decidió molerlo hasta su polvo.
Qué mal jugada la consistencia de esta dulce morona,
de esta azúcar atrapada en el frágil-amargo-celofán
tanto ruido, tanto diáfano,
tanto cubierta inútil para quienes son de carne.
No tengo fuerza suficiente para romper la envoltura
para mantener unidos los ingredientes
para no caer polvo y diluirme entre las calles.
No alcanzo un cúmulo de mis partes
a rozar el labio del infante que alguna vez,
azucarar tus sabores,
acariciar tus nombres.
Me asomo y me desprendo,
de estas otras partes que eran mías,
de estos órganos y miembros.
Y recuerdo el cóncavo de Sus manos
dando artesana forma a mis suspiros,
a la legumbre árida y al dulzor.
Recuerdo la delicadeza de Su obra
y soy el frágil resultado.
(Aún no me formas y ya mis partículas se vencen).
Soy polvo y una receta un tanto torpe.
Un sabor recurrente.
Un dulce que no tiene cuerpo.
Pavel R. Ocampo. Nacido en Acapulco, Guerrero.
Obtuvo el Premio Nacional de Cuento Corto José Agustín, y el Premio Estatal del mismo nombre. Ha obtenido menciones honoríficas en el XX Premio FILIJ de Literatura Infantil y Juvenil, en el Quinto y Sexto Premio Nacional de Cuento del SNEST (Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos, 2012 y 2013). También fue finalista en el concurso nacional de literatura Gran Angular en el 20014 y 2020, y ha sido beneficiario del Programa al Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG) en el año 2013 con el proyecto “Acapulco, respuestas”.
Sitio web: https://www.lssiel.com