Luna
Hay un cráter en la Luna.
Algo habita dentro, pero nadie nunca vio qué es.
Debe ser oscuro y frío, aunque también puede que sea incandescente.
Hay dos cráteres en la Luna.
Cada uno es la cueva de uno de mis pensamientos secretos.
Viven agazapados, tramando por separado el mismo plan.
Son tres los cráteres de la Luna.
Se dice que huelen a azufre.
Un sólo astronauta se animó a ir a verlos.
Esa mañana tomó café con leche,
escuchó por última vez las noticias,
lustró su traje afelpado
y saltó al infinito del universo.
La Luna de vidrio estalló ante el contacto con su primera pisada.
Fósil
Un caballo cruza el salitral
El pelo ralo sostiene el viento el cansancio la constancia
Sus pasos son
cada vez
más
lentos
La sal corroe sus pezuñas
horada el instinto
de supervivencia
El paso obstinado y cansino se detiene en el cristal
que refleja lo mismo para donde se mire.
Sus pezuñas que antes
hicieran crujir las hojas levantar la tierra
Ahora
la intemperie
las devora
al sol bestial
A contrapelo
El revés de mi taza de café es el mar en la noche.
El revés del mar nocturno es una hoja de cuaderno.
El revés de la hoja A4 es el asfalto calcinante.
El revés del humo del asfalto es mi madre.
El revés de mi madre soy yo.
Mi revés es un búho a la intemperie.
El revés del búho es una definición.
El revés de esa definición es la poesía.
El revés de la poesía es
el negativo del mundo.
Mariana Cabrera nació en 1988 en Buenos Aires, Argentina. Estudió Letras (UBA) y la Maestría en Escritura Creativa (UNTREF). Fue librera, editora y traductora. Actualmente se desempeña como docente de Literatura y Redacción. Publicó cuentos en revistas digitales nacionales (Evaristo Cultural – Biblioteca Nacional) e internacionales (Revista Origami – Chile). Coordina talleres de escritura creativa para adolescentes y clínicas de obra personalizadas. Participó en el V Congreso Internacional de Letras con su investigación sobre literatura brasilera. Fue gestora cultural en el colectivo Marta Latina. En Instagram es @marian.cabreraa