Luna y otros poemas

Luna

Hay un cráter en la Luna. 

Algo habita dentro, pero nadie nunca vio qué es. 

Debe ser oscuro y frío, aunque también puede que sea incandescente.

Hay dos cráteres en la Luna.

Cada uno es la cueva de uno de mis pensamientos secretos.

Viven agazapados, tramando por separado el mismo plan.

Son tres los cráteres de la Luna.

Se dice que huelen a azufre. 

Un sólo astronauta se animó a ir a verlos.

Esa mañana tomó café con leche,

escuchó por última vez las noticias,

lustró su traje afelpado

y saltó al infinito del universo.

La Luna de vidrio estalló ante el contacto con su primera pisada.

Fósil 

Un caballo cruza el salitral

El pelo ralo sostiene el viento el cansancio la constancia

Sus pasos son

cada vez

más

lentos

La sal corroe sus pezuñas

horada el instinto 

de supervivencia 

El paso obstinado y cansino se detiene en el cristal

que refleja lo mismo para donde se mire.

Sus pezuñas que antes

hicieran crujir las hojas levantar la tierra

Ahora

la intemperie

las devora

al sol bestial

A contrapelo

El revés de mi taza de café es el mar en la noche.

El revés del mar nocturno es una hoja de cuaderno.

El revés de la hoja A4 es el asfalto calcinante.

El revés del humo del asfalto es mi madre.

El revés de mi madre soy yo.

Mi revés es un búho a la intemperie.

El revés del búho es una definición.

El revés de esa definición es la poesía.

El revés de la poesía es 

el negativo del mundo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *