Los otros

Están los que se sientan

privilegiados ante un pavo, ponche en mano,

ensalada en el estómago.

Están quienes brindan y en cada tintineo revelan sus risas.

Hay árboles frondosos de agujas verdes,

brillantes, ruidosos.

Hay otros menos verdes, muertos, repletos de colores:

Musgo, heno y palo viejo.

Están los menos afortunados, sin techo

Aquellos que lloran ausencias

Y quienes no velan un 24

Y están los otros

Para quienes la fecha es un gran tic en el reloj de la vida

Está el sabor amargo de la manzana

De los abrazos

Del quizás

Del aprovechar porque nunca se sabe

No hay gratitud, sólo balas perdidas

Sólo el eco de una piñata

Están los otros

Los que en las luces son sólo sombras

Y en las sombras esperan

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