Los días vienen/Licencia para dolerte

los días vienen
manchados de sangre
y los relojes
escupen miedo

las cicatrices son cruces
donde llora la memoria
beben los dolores
como pájaros negros

las paredes respiran demasiado fuerte
los nombres y rostros
se quiebran contra los espejos

el abrazo es un cuchillo
envuelto en terciopelo

los tréboles de cuatro hojas
se esconden
en los bolsillos rotos
de un sueño lejano

hasta la taza tiembla
en la mesa de nadie
y el vacío es el que sorbe primero

hasta las piedras tienen heridas
y la ceniza se nos pega a la piel

.

licencia para dolerte
para quebrarte en la soledad
para que las sábanas se encojan
y la noche no alcance

licencia para darte un pan duro
para ver la leche derramarse
como un silencio roto

y que el mar
el mar entero
sepa a sal de lágrimas
a sudor vencido
a saliva de ausencias

y las olas
a garras
las que arrancan
la piel y el vestido
la garganta
y el alma

con su blanco inocente

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