La pulga del diablo

TROPIEZO MILENARIO

Redacción / Diario Península Maya Yucatán. Martes 12 de Diciembre 2018.

Un nuevo estado de la materia se descubrió en las excavaciones para la construcción del tren maya en la Península. El hallazgo tuvo lugar en una de las cuevas consideradas sagradas en la antigüedad, ÒOK’OJ, cuya profundidad conectaba con el cráter del meteorito que devastó la Tierra, millones de años atrás. Los esfuerzos para contener esta especie de plasma fueron en vano, pues debido al uso de maquinaria especializada para remover escombros, éste se filtraría hacia los ríos subterráneos, esparciéndose hacia los mares. La comunidad científica estudia las posibles consecuencias y el impacto ambiental que tendrá este componente vertido en los mantos acuíferos de la región.                  

Gelia estaba entusiasmada por su nuevo trabajo, por fin tendría la oportunidad de practicar el inglés que tanto le costaba aprender. Al principio no era gran cosa lo que decía a los huéspedes, pues solo tenía que entregar toallas limpias o cambiarlas por tarjetas del hotel. Si le preguntaban por algún horario de actividades recreativas, se limitaba a señalar el cuadernillo donde estaba toda la información. Y si necesitaba ayuda extra, corría con Ian, su amigo el buzo que hablaba el mismo porcentaje de español, que ella de inglés. Solía escuchar las anécdotas –y tratar de entenderlas– de aquel hombre que organizaba las lecciones de buceo junto al equipo multinacional de chicos que tenía a su cargo.

Con el tiempo notó que Ian no era precisamente un buceador profesional, pues él nunca impartía las lecciones, su talento era vender los paquetes de paseos que complementaban las clases.

Estaba maravillada con la facilidad que tenía para cerrar los tratos con los servicios más caros de la lista. Gelia se propuso aprenderle lo más que pudiera, sobre todo su labor de convencimiento.

Su emoción era evidente al contemplar los videos promocionales de los tours acuáticos. Sin embargo, le tenía un profundo respeto al mar. Aglalia, la chica canadiense, le propuso darle clases de buceo para que pudiera sentir el abrazo de las profundidades y tuviera la experiencia en carne propia.

Los “sipros” como les llamaba a los buzos, la alentaron a acompañarla en un viaje que tenían programado para final de mes y celebrar el cumpleaños de Ian.

Gelia se esforzó mucho en vencer el miedo lo más pronto posible, se aferraba incluso con las uñas a cualquiera de los chicos, para no cometer algún error que pusiera en peligro su vida.

“Soplar burbujas por la nariz, soplar burbujas por la nariz”, se repetía constantemente para acostumbrar su respiración al equipamiento. Gelia les decía que estar allá abajo era un sueño vívido, nadando junto a todo lo que habita ese mundo submarino en el que se sentía intrusa.

Aglalia grabó su experiencia para animarla a continuar con las lecciones y quizá certificarla como sea pro, ¿por qué no?

Una mañana, Gelia esperaba a que llegaran sus amigos, quería darles un adelanto para algún próximo viaje, pues aunque no le cobraban las lecciones, tenía que cubrir los gastos de traslado; pero ellos no se presentaron a trabajar. Esperó hasta medio día; entonces, un hombre que no conocía y bastante mal encarado abrió el módulo de deportes acuáticos.

Un huésped le preguntó por las clases de buceo y fue el pretexto para acercarse al extraño, quien difícilmente hablaba español, lo notó cuando una turista nacional lo había puesto en aprietos.

–Amigo, vienen por informeishion, ¿todo ok? –preguntó levantando un pulgar.

El hombre sólo acertó a contestar con voz muy baja –Ian, the manager, won’t come back. Gelia se fue de vuelta a su módulo preocupada sin poder saber nada más.

Al paso de los días, Aglalia la puso al tanto, no había rastro de Ian. El último viaje que hicieron con el equipo, había resultado un caos, ella perdió su cámara donde había quedado registro de cómo una agrupación de peces con forma monstruosa y que apareció de la nada, se lo había llevado.

–Llamamos a la marina y a otros colegas para que nos auxiliaran en su búsqueda, pero no logramos encontrarlo.

Gelia comenzó a llorar, casi no sabía nada de la vida personal de Ian, pero él era muy amable con ella, aunque no lo fuera tanto con los demás empleados del hotel.

–Las cosas se han complicado Gelia, estamos bajo investigación así que otras personas de la empresa vendrán a suplir al equipo completo. De lo que estoy segura es que todo esto es muy extraño. Por favor promete que no dirás a nadie esto que te confiaré: Ian es prófugo de la ley en varios países. ¿Sabías que es de Dinamarca? Nosotros jamás podríamos adivinar su origen con ese inglés sin acento. Las autoridades dicen, que el fenómeno de los peces que lo engulleron, fue un pretexto perfecto para huir nuevamente. Ya lo tenían identificado, estaban muy cerca de atraparlo, y ahora, nosotros somos sospechosos.

–Tan buena gente que se veía el Ian.

–No es la primera vez que pasa algo así, por eso tuvimos pronta respuesta de la guardia costera, pues otros compañeros habían reportado este comportamiento en grupos de peces, les decimos schools; escuelas, pero éstas, desaparecen gente.

Estaremos ausentes hasta que logremos probar que no conocíamos la identidad de Folke Andersen, su verdadero nombre.

Gelia no tenía idea de lo que había hecho Ian o Folke, y por qué lo buscaban en otros países.

–¿Habrá robado, algún fraude… asesinato?– Le dio escalofrío pensar que aquel hombre en sus cincuentas, y que le traía a escondidas papas fritas del restaurante, fuera un delincuente.

En unas cuantas semanas, las actividades acuáticas se cancelaron definitivamente, porque se incrementó el número de ataques.

Gelia no pudo retomar sus clases de buceo y se agradeció por ello después de saber que seres fantasmales acuáticos hacían lo mismo por toda la región.

Supo por las noticias, que en la península y el resto del Caribe habían detectado estas agrupaciones atípicas en los peces, quienes solían utilizar los bancos como un mecanismo de defensa contra los depredadores.

Ante la crisis de turistas que ya no elegían los destinos con mar, Gelia tuvo que buscar otro empleo, uno lejos de cualquier cuerpo de agua, quizá en alguna de las estaciones del tren recién inaugurado.

No volvió a saber de sus amigos buzos, mucho menos de Ian, el señor negocios y vendedor estrella prófugo de la justicia internacional.

MUTACIÓN RADICAL, ALERTA MUNDIAL.

Redacción / Diario Península Maya, Jueves 28 de Diciembre de 2023.

Se han dado a conocer imágenes y videos de formaciones grupales extraordinarias en la fauna marina. En un inicio se detectaron en todo tipo de peces, luego fueron escalando el tamaño de las especies hasta afectar a ballenas que nadan en círculos sin parar, y atacan a distintas embarcaciones que se les acercan.

Instituciones internacionales se han sumado a la investigación de los posibles efectos en los animales, debido a la interacción del nuevo estado de agregación de la materia, llamado Chickulub (la pulga del diablo) apenas descubierto el año pasado y que se cree, fue esparcido a través de la Riviera, alterando después a las aves, quienes, junto con algunos mamíferos, han empezado a desarrollar comportamientos grupales inusuales, como si obedecieran a una consciencia colectiva que los obliga a atacar a los humanos.

4 comentarios

    1. Muchas gracias por tus comentarios, estimado. Saluditos (⁠☞⁠ ͡⁠°⁠ ͜⁠ʖ⁠ ͡⁠°⁠)⁠☞

  1. Felicitaciones Karla, abordas temáticas de diversas disciplinas científicas de manera literaria que me hizo volar mi imaginación.

    1. Muchísimas gracias, Martha querida. Aprecio mucho tus amables comentarios.
      Te mando muchos saludos (⁠◠⁠‿⁠◕⁠)

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