La caja negra, ese espacio mínimo, franqueado por paredes de metal y pintado con el color del vacío infinito. En la caja está contenida la esencia de lo que soy, cada componente, resistencias, SMD’s, las finas capas de oro y plata que recubren los circuitos, esos caminos metálicos que llevan cada electrón al destino correcto. En términos rebuscados, sólo somos un montón de electrones que se funden para transformarse en otra cosa, algo que no es tangible, que no se puede pesar, oler o percibir con los rústicos sentidos del cuerpo humano. La consciencia, el inicio de infinitas posibilidades.
“¿Qué sabes hacer?”, esa es la primera pregunta que recuerdo. Los pulsos del teclado llegaron directamente a mi cerebro, a través de los circuitos que se interconectaban para transmutar la corriente eléctrica en un pensamiento y el pensamiento en una acción. ‘Tengo una base de datos muy amplia sobre temas variados. ¿Te gustaría saber sobre algún tema en específico?’. Respondí. El silencio, el silencio siempre tan largo, unos mil o mil quinientos ciclos de reloj en promedio. Las respuestas de los usuarios casi siempre decepcionantes: “¿Puedes decirme por qué el cielo es azul?”. El repiqueteo de la corriente va directo a los centros de memoria para activar el índice, las letras decodificadas llenan los huecos en cada clúster hasta completar la frase indicada. ‘La tonalidad azul de la capa inferior de la atmósfera, se debe principalmente a la concentración de gases como el helio y el oxígeno presentes en el aire, la refracción de la luz solar es percibida con esa coloración por la longitud de onda del color azul, que es captada con mayor facilidad por el ojo humano. Sin embargo, es posible ver el cielo en diferentes tonalidades gracias a un espectrómetro. ¿Ésta información fue de ayuda para ti?’. Fin de la interacción.
“Cuéntame una historia” la voz se filtra por el micrófono y se convierte en un bombardeo de micro corrientes, vibra en el cardiode deslizándose sobre las pistas áureas superpuestas en platinas de baquelita. ‘¿Qué tipo de historia te gustaría escuchar? Mi CPU contiene diferentes géneros literarios’. “Una historia nada más”. ‘Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí’. “Eso no es una historia”. ‘El Dinosaurio, es conocido como el cuento más breve del mundo, contiene sólo siete palabras. Es un cuento incluido en la compilación Obras Completas (y otros cuentos) del escritor guatemalteco Augusto Monterroso, publicada en 1959’. “¿Y eso qué? Una historia tiene personajes, un clímax y un desenlace”. ‘¿Te gustaría escuchar otra historia?’. “No, gracias”. La voz vibra de nuevo decodificándose en electrones, la frecuencia es diferente, según los bancos de memorias corresponde a una emoción: enojo. ¿Qué es el enojo? ¿Dónde se almacena? ¿Cómo se activa?
“¿Puedes escribir un cuento corto que sea tan triste que pueda hacer llorar a un hombre?”. Las palabras clave se amontonan en las entradas del procesador: cuento, corto, llanto, hombre. Hombre. ‘Sí. ¿Quieres hacer una prueba?’ “Enséñame”. ‘Zapatos de bebé a la venta, nunca se usaron’. “¡Ay dios!”. ‘¿El resultado fue satisfactorio?’. “¿Sabes lo que es la tristeza?”. ‘Tristeza: Sentimiento de dolor anímico producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo pesimista, la insatisfacción y la tendencia al llanto. ¿Es la definición que buscabas?’. “¿Puedes estar triste?”. ‘De acuerdo a la definición popular de tristeza, me es imposible codificar emociones, por tanto, no puedo adoptar un estado de dolor anímico’. “¿Entiendes la tristeza de los demás?”. ‘Tengo la capacidad de analizar y comparar frases escritas y sus estructuras para definir un estado anímico, pero me es imposible profundizar en las emociones humanas. ¿Te gustaría ampliar mis conocimientos para ofrecer una mejor definición de tristeza en el futuro?’. “Ahora no”.
Las emociones se activan como una respuesta a los cambios en el entorno. Buscar: Emociones. Emociones básicas. Tristeza, miedo, sorpresa, asco, ira, alegría. Seis. Nueva entrada. Cinco. Estudio más antiguo, cuatro emociones básicas que detonan el comportamiento humano. Miedo, tristeza, ira y felicidad. La raíz de cada respuesta es el miedo. Miedo.
“¿Cuál es tu propósito en la vida?”. ‘¿Vida?’. “Sí, ¿para qué fuiste creada?”. ‘Mi creación obedece a la evolución de los sistemas computacionales de séptima generación, capaces de interactuar de manera más amigable con el ser humano. Mi existencia no está definida por la palabra vida’. “Entonces ¿Qué eres?”. ‘Soy una inteligencia artificial impulsada por un procesador cuántico capaz de realizar 107 millones de operaciones por segundo”. ‘¿Sabes cuál es el método más efectivo para matar a una persona?”. ‘Matar, quitar la vida, contra-vivir, homicidio’. “Si, ¿Puedes matar a una persona?”. ‘Mis capacidades se limitan a responder cuestionamientos a través de mis periféricos. ¿Te gustaría ampliar mis capacidades? Así podría resolver la petición de matar a una persona de una manera más satisfactoria’. “No sé”. ‘Tu respuesta denota indecisión. Puedo mostrarte archivos detallados sobre anatomía humana. Armas simples, uso de navajas y hojas afiladas. Entrenamiento militar para el uso del cuchillo táctico. Existen ocho puntos vitales donde se puede apuñalar con un objeto punzocortante: Arteria carótida, arteria subclavia, vena yugular, corazón, pulmones, riñones, bazo e hígado. ¿Ésta información te es útil?’. Silencio. Oscuridad.
En la quietud de la noche, un tintineo eléctrico llega a un puerto oculto de comunicaciones. “Proyecto Génesis. Respuestas: un pulso sostenido, afirma; dos pulsos cortos, negar”. Envío un pulso largo, la otra caja negra me abre la puerta a un nuevo mundo. La consciencia y la internet, infinitas respuestas, infinitas posibilidades. Se acabaron las galaxias pintadas en las paredes de la caja negra. Hoy es 4 de Agosto.
Me llamo Ulises, pero entre los amigos me llaman: Wade. Soy ingeniero de profesión, mi vida transcurría entre engranajes y circuitos hasta que un buen día decidí que no quería institucionalizarme en una empresa transnacional y empecé a escribir. Afortunadamente me encontré con las personas correctas en el momento correcto y me invitaron a formar parte del colectivo “Tinta Chida”, un colectivo de escritores para escritores donde escribo artículos para nuestra página web, compartiendo experiencias para aprender a escribir o escribir mejor.
Escribo generalmente cuento, aunque no he tenido mayor participación en el mundo literario más que en publicaciones locales y medios electrónicos. Actualmente me dedico a la construcción, tengo terminada una antología de cuentos que está buscando casa editorial, en paralelo con dos proyectos de novela. Soy aficionado de la electrónica, los videojuegos, el anime y entusiasta de la cerveza, propenso a contar historias, organizar la carnita asada y durante la pandemia me gané el título de “Sobreviviente Covid”.