EN ALGÚN LUGAR EN LA NOCHE

EN ALGÚN LUGAR EN LA NOCHE

Las siguientes historias fueron escritas como homenaje a la obra y memoria del escritor mexicano Carlos Bustos, cuya narrativa fantástica, especulativa y extraña todavía se siente a través del papel, las montañas milenarias y la imaginación. Dos de estas breves historias aparecen en el libro Flores que solo se abren de noche, antología de minificciones de terror en homenaje a Carlos Bustos, publicado por La Tinta del Silencio.
latintadelsilencio.com

LA PINTURA

Llevo años investigando la pintura. El autor es desconocido, un trabajo al óleo fino, casi perfecto, que fuera de los trazos, parece una fotografía. En ella se observa a seis personas. Están en el salón de una casa grande y elegante. En sus rostros se refleja un terror pocas veces visto, y el autor logró captar ese instante en que el alma les dejaba el cuerpo, pues todos ellos parecen morir en una rápida y terrorífica agonía. Hace unos días recibí buenas noticias de mi contacto en el Instituto de Parasicología y Fenómenos No Naturales de la Universidad de Massachusetts. Hoy, al fin, puedo abrir el sobre recibido y leo el nombre del creador de la pintura: Joseph Isaías. Incluida, viene una nota de una noticia de un diario en Indiana en 1874: Terror y tristeza en la ciudad. La familia Poe fue encontrada muerta esta mañana. Los sirvientes de la casona encontraron los cuerpos, y contaron poco a la policía antes de huir despavoridos al campo. Los mató el miedo, dijeron. Pasaron días mirando un espejo, donde unos grandes ojos que parecían venir del futuro los observaban sin parar. ¿QUIÉN HIZO ESTO? Les preguntaba una y otra vez una voz cavernosa, terrible, hasta robarles el alma de terror.

CURIOSITY SOL 1283

Entre otros dispositivos y artilugios, logramos esconder el prototipo de la lámpara de los impostores al costado del Curiosity. Activamos la pequeña caja de metal y el artefacto se encendió. Con paciencia, esperamos alguna señal, y el pitido en el ordenador nos alertó en Sol 1283, cuando la cámara empezó a grabar todo lo que veía en medio de aquella caverna cerca del cráter Jézero. Y entonces vimos la inscripción en aquella lápida: “Esta arca para los dragones de tres cabezas, que duermen a la espera de volver a dominar el universo; para las arañas de cristal cuyo veneno contiene el secreto del origen de Dios; para las sirenas de los ríos marcianos, diminutos seres que duermen bajo el polvo y las tormentas; para los astronautas del tercer planeta, que vendrán un día a despertar al gran Ooth para desgracia y muerte de todo lo que conocen…”. La señal se perdió y lo último que pudimos ver fueron criaturas elevando el vuelo hacia el espacio, la tierra rojiza del planeta temblando y las montañas gigantes desquebrajándose. Ahí estaba Ooth, el creador de todo, levantando sus tentáculos hacia la oscuridad del infinito, hacia el punto azul que colmaría su hambre milenaria.

CREEPYPASTA #789: EL EDIFICIO HUMO

Hemos logrado encontrar un testigo del incidente para que ustedes, amigos del canal, puedan escuchar su testimonio. Todos conocemos el edificio abandonado en el centro de la ciudad, y nadie puede explicarse por qué una construcción tan moderna y estilizada, se mantiene sin ser ocupada. La leyenda dice que si te acercas lo suficiente puedes escuchar los latidos y la respiración del monstruo milenario que vive debajo, y que la construcción fue hecha para mantenerlo atrapado allí, bajo una bóveda de miles de toneladas de concreto. El testigo que encontramos llegó a la cita a tiempo, pero pidió no revelar su identidad y que la grabación se lleve a cabo lejos del edificio Humo. Aquí, en vivo por nuestro canal, frente a ustedes, la grabación que logramos en donde podemos observar a esta persona vestida de negro que asegura haber escuchado a la bestia, se mueve como si tuviera urgencia de estar en otro lugar y la cámara, por alguna razón, no puede enfocarlo bien. No entendemos nada de lo que dice, parece un lenguaje antiguo. El suelo tiembla. Le brillan los ojos. De su cuerpo salen una especie de tentáculos. Está creciendo. Corre hacia nosotros. No podemos movernos. Ayuda.