Ella canta con sus manos y otros poemas

Ella canta con sus manos

“i can talk with my hands”

#thatkidwhosigns

balancea la mano derecha sobre el flexionado brazo izquierdo

y comienza una música invisible.

Entona con dedos

palabras inquietas, canta

con sus ojos, su pecho: dice diablo

con las palmas abiertas sobre la cabeza,

dice niño como si sacara un conejo del sombrero,

de sus índices saltan flores directo a la nariz

y de su boca a su puño abierto toda la calidez del cielo;

tararea con el pulgar una niña sobre su mejilla,

su palma silba una vela encendida,

enfoca con su diestra el ojo parlante para vocalizar la luna.

El tiempo transcurre en su muñeca

donde se acelera el pulso

cada que entona con sus gestos

el lenguaje de quien no vocifera.

II

Que mi corazón sea palma blanca.

Que mis brazos sean fuertes para ayudar y construir.

Transmutar en sabina. Honrar mis raíces,

agradecer la semilla.

Ser un árbol.

Nadie se aleja

de la sombra de una palmera asfáltica,

nadie huye del jardín

hacia el mar

si se tienen las hojas suficientes

para escribir desde el centro del tronco.

Inéditos:

Juegos de flores

Niña juega

entre los túneles

del Jardín Borda

árboles en otoño

húmedos tocan

su cara

en la noche de los grillos

cuando llegamos

a la eterna primavera

papá salía

a buscar maíz

alrededor

de nuestra casa de tabiques

avenidas nuevas

ciudad

primavera de atajos

voy al túnel del jardín

miro la luz

al otro lado, un espejo

rosa refleja a una niña

vestida de susto y olanes

huaraches de plástico

y olor chicle

envolvían pies pequeños

en cada paso.

Tobogán

¡Aviéntate tú sola!

Hermana mayor

grita

en la cima del tobogán.

Hermana chica

moja los calzones

de miedo.

Aventurarse a sentir el vacío

de las curvas

en el estómago.

Solíamos salir a jugar

con los vecinos

y contar cuántas veces

se lanzaba el más valiente.

¡Aviéntate

tú sola!

Decía la grande

después de la travesía.

Nunca lo logré.

Al otro día

un temblor nos sacudió

al despertar.

Al otro día

nos desalojaron.

Al otro día

quitaron el tobogán

y con éste mis ganas

de ser la más valiente,

la oportunidad

de saltar sola.

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