Dos poemas breves

creo

en las fisuras de la espera
en el sabio latido
que me lleva a ti

creo
en la herida abierta por el tiempo
que va más allá del espacio
donde vives

creo
en el silencio de la primera mirada
en ese grito no pronunciado
en la piel que despierta y desnuda
como la tierra con la lluvia
al reconocerte

creo
en los espejismos que simulan mis días
en el hilo de la distancia que corta el aliento
pero no mi memoria

creo
en el ardor
dentro de mí
que puede con el peso del olvido
y quebranta todas las horas de la espera

creo en ti
pero aún más
en mi sombra
que insiste en lo imposible

creo
en esa espera incansable
que me abraza
y me empuja
hacia la certidumbre
de que volveremos
a estar juntos

las palabras

no pronunciadas
son un lamento perenne

son tétricas sombras
en un espacio insondable

son prisión de lo indescifrable
y pugnan por liberarse

buscan afanosas congregarse
ser juntas muchedumbre
e irrumpir en el grito contenido

en cada palabra no dicha
late una chispa
dentro de
mis oscuras soledades

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