-Buenas noches Señor Agente del Ministerio Público. Vengo a exigir su inmediata intervención ante mi denuncia.
-¡Carajo! Está bien, bájele a su tono. No puede un simple ciudadano, llegar con gritos y sombrerazos a exigirle algo a una autoridad superior y además tendrá que ser rapidito, parece que no se da cuenta de la hora y fecha en que estamos. Debería haber escogido otro momento o cuando menos esperar a que terminemos de cenar y no venir a interrumpir nuestro convivio.
-Claro que lo sé es 24 de diciembre y es casi media noche. Tampoco a mí me hace ninguna gracia estar aquí. Mi nombre es Francisco S. Pérez, soy médico de profesión y quiero dejar sentado un hecho que acabo de presenciar, ya que por más que llamé y llamé a una patrulla, nunca llegó y parece que el boato de estas fiestas no ha permitido que nadie más se entere. Ahora escuche con atención y no ponga pretextos. Vivo a cinco cuadras de aquí y me disponía a iniciar la Cena de Navidad junto a mi familia, cuando comenzaron a escucharse gritos, golpes y ladridos en el lote baldío que está atrás de mi casa. Obviamente acudimos a ver de qué se trataba y al entrar vimos la escena más espantosa que pueda imaginarse: en un jergón, rodeada de basura y desperdicios estaba tendida una mujer inconsciente, quien abrazaba lo que quedaba de un recién nacido. Su estado era lamentable, su delgadez rallaba en la inanición y una jauría hambrienta devoraba las partes del cuerpo que había arrancado al bebé. Gritamos y espantamos a los perros, quienes huyeron, dejando un reguero de sangre. Como médico, solamente necesité buscar el pulso de la mujer: no existía, y su temperatura aún tibia, bastó para darme cuenta de que acababa de morir. Ahora dígame usted si se justifica que venga a reclamar la presencia de una patrulla y de un agente que atiendan este caso ¿O es que por ser Navidad debemos esperar a que ustedes terminen de festejar?
Ma. Guadalupe Rangel Dávalos.
Nací hace 70 años en la Ciudad de México.
Profesión: Psicóloga y Lic. en Derecho.
Jubilada del DIF Nacional.
Trabajos de Escritura: CUENTOS 1996; UNA HISTORIA COMO TANTAS; ICONOCLASIA; MINIFICCIONES,
CUENTOS Y SORPRESAS
Finalista en el concurso “LA HISTORIA QUE SOÑÉ” convocada por la estación de radio XEW en el año 1976.
Felicidades a la autora por tan buen cuento!