Poesía

Ella entiende, musita sus pequeñas grandezas con voz de cebolla marchita y sin prisas, puede que la vida termine pero no hay cotos en la eternidad. Va y viene, quehaceres la abruman, conviene tener todo en orden por si la muerte, para saludarla con gracia y un hogar preparado. SiempreCuéntame más…

creo en las fisuras de la esperaen el sabio latidoque me lleva a ti creoen la herida abierta por el tiempoque va más allá del espaciodonde vives creoen el silencio de la primera miradaen ese grito no pronunciadoen la piel que despierta y desnudacomo la tierra con la lluviaal reconocerteCuéntame más…

A Andrea Ramos Estrada revuelta de los ojos. Una luz hasta ayer desconocida le dice al oído cosas que la inquietan le afloran sombras del vientre (en su cabello se enredan los anhelos del enamorado), y no es la única noche que la cubre: otra de horas altas le dibujaCuéntame más…