Por si la muerte
Ella entiende, musita sus pequeñas grandezas con voz de cebolla marchita y sin prisas, puede que la vida termine pero no hay cotos en la eternidad. Va y viene, quehaceres la abruman, conviene tener todo en orden por si la muerte, para saludarla con gracia y un hogar preparado. SiempreCuéntame más…