La última cita
Nos esperaban esa tarde. Manejé despacio a través de un largo camino cubierto de hielo e hice todo por alargar esos últimos minutos a su lado, aunque la suerte ya estuviera echada. Su corazón aún latía mientras lo acariciaba sobre mi regazo. Su pulso, aunque débil, seguía presente como unCuéntame más…