Narrativa (Page 114)

Faustino Montes decidió jugar una última partida. Pensó que si apostaba con agresividad podría vencer a su oponente, un elegante caballero rubio de sonrisa pícara, pero después quedó claro que las habilidades del otro eran mucho más amplias y le dio la vuelta poco a poco. Los jugadores debían acumularCuéntame más…

El sudor se deslizaba por sus rostros mientras ordenaban a sus miradas predecir la siguiente jugada del adversario. ¿Quiénes eran ellos? ¡Los seres que representaban al cielo y al infierno! En medio de ambos: un tablero de ajedrez. A unos metros, en un rincón: un hombre llamado Bar-Simón. Atado deCuéntame más…

Esta casa me gusta, con sus suelos de madera y ventanas de cristal. La pared tiene papel tapiz con olor a pino maduro. Los focos aún son de luz de halógeno; la instalación repta por los techos, baja como lianas o enredaderas de plástico y cobre hasta los apagadores deCuéntame más…