Los últimos pasos
La bella mujer se llevó el cigarrillo a los labios de manera seductora, me miró fijamente. Yo, presuroso le ofrecí amablemente fuego. La mano esbelta de ella protegió la llama, teniendo la intención de tocarme las manos. Recorrió sutilmente mis dedos sin dejar de mirarme a los ojos, con suCuéntame más…