¡Suéltame piojosa!
De todo lo escrito yo amo sólo aquelloque alguien escribe con su sangreNietzsche No soporto tus dedos sucios, me rodean como culebras pálidas, como sanguijuelas lujuriosas. Más que el asco provocado por tus falanges flacas, lo que me escuece es lo que me obligas a hacer: escribir con mi sangreCuéntame más…