Y aún hay más
Vi cuando cayó desde el balcón. Yo misma lo empujé. Sentí un gran deleite al mirar cómo se estrelló contra el asfalto. Y contra todo pronóstico, quedó destrozado. Bien se lo merecía. Jamás hizo nada para ser mi compañero ideal, el que me había imaginado cuando acepté que se quedaraCuéntame más…