Amalgama
Mis poemas, juglares del desierto, beben las horas solitarias de la noche. Intrépidos se mecen en las crines granas del crepúsculo. Se sumergen en la sima de mis venas, a escudriñar sus ángulos, a usurpar mi corriente subterránea. Sus afiladas uñas se clavan a la piel que envuelve el alma;Cuéntame más…