Infierno en la Franja
Tus manos y las de los otros niños se entierran en los desechos. El hambre no perdona a nadie. Se delata en las manchas rugosas y deslavadas que comienzan en su rostro y se extienden por el cuerpo, asomo de desnutrición. Las costillas se trasparentan sin piedad y los ojosCuéntame más…