Llamado a la puerta
Los resortes del sofá liberan un quejido que suena como el lamento de voces viejas y quebradas. Es la enésima vez que me doy vuelta buscando la posisión más cómoda. Llevo mucho tiempo intentando abandonarme al sueño profundo, pero hasta ahora no he podido pasar de una duermevela que meCuéntame más…