Pirotecnia
Otra vez, estaba en la colonia Roma, dentro de esa vecindad con un altar a la virgen de Guadalupe. Me sorprendió ver que la enredadera que cubría su rostro la había envuelto por completo. Toqué la puerta con el número ocho. No obtuve respuesta y volví a tocar. Le marquéCuéntame más…