El Timbre de Madrugada
Era una tarde fría de noviembre. El viento arrastraba hojas secas por la banqueta del antiguo barrio del centro, y nosotros esperábamos, de pie, impacientes, la llegada del sacerdote. Vendría a realizar el exorcismo en la casa de mis tías. Desde la muerte de Mary, la más joven; Lupita, laCuéntame más…


