En el cerro del muerto yace un gigante
I Nadie lo creerá. Corría el año de 1540 y el sol de primavera había cubierto las extensas praderas de formidables margaritas, lirios y dientes de león que fragantes crecían entre frondosos mezquites y huizaches quienes, como fieles soldados custodiaban el hermoso estanque de frescas aguas verdes. Ahí se encontrabaCuéntame más…