Afhit Hernandez

Licenciado en Humanidades por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Cuenta con una maestría en literatura clásica por el CIDHEM, una maestría en Educación por COLMOR y un Doctorado en literatura mexicana por la UNAM. Ha publicado diversos artículos de investigación en revistas arbitradas del país e internacionales, siendo la más reciente su participación en el libro Estudios Científicos sobre el Área de las Humanidades en los Espacios Científicos Ruso e Iberoamericano: colección de artículos científicos de la Universidad Federal del Sur (Rostov del Don, Rusia, 2020). Ha publicado libros de texto para las materias de español y comunicación en la Editorial Trillas, así como los siguientes libros de poemas: Los placeres y las ruinas (2002) Cuerpo interrumpido (2004), León Alado (2006), Retrato de niño ahogado en sangre y luz (2009), Nuevo tratado de Uranometría (2015), El lago exilio (2017) y ha participado en varias antologías poéticas del país. Ha ganado los Juegos Florales Lago de Moreno 2016 y el Primer concurso Nacional de Cuento lgbtttiq+ del Instituto de Cultura de Zacatecas en 2016, así como una mención honorífica en el Certamen Internacional Sor Juana Inés de la Cruz (2018) con el libro de poemas El sonido de la luz cuando se aleja (2019), el primer lugar en el certamen nacional de creación en San Juan, Querétaro con El libro de los ascensos (2021) y el primer lugar en la convocatoria de publicación del Fondo Editorial del Estado de Morelos con el libro de ensayos Breve mapa de los incendios, la poesía mística de Elsa Cross. Actualmente es profesor investigador de literatura y español.

1 Qué rico está el pastel. No puedo creer que lo haga Yolita. Mírala, tan calladita en el patio. Allá, bajo el limonero. Gordita y con las manos entrelazadas, como si no rompiera un plato. ¡La vajilla completa se chinga! Si no la conociera yo. Desde pequeña fue imparable. Ahora,Cuéntame más…

Encuentro y sombra I 9 de abril de 1803 Querido William Thornton Quiero compartirte unas líneas sobre mi cansado viaje a este Nuevo Continente, quizá para que me recuerdes con tu lectura que todavía sigo vivo en mi continente, hoy tan lejos. Arribamos al poblado de Cuernavaca. El calor esCuéntame más…

La sombra que proyectas es más delgada que tu propia figura. Porque así eres, incapaz de hacerle sombra a nadie. No te interesa. Eres buena, aunque un poco perdida, pero buena. Te recuerdo cantando en la orilla del río. Sentada en la piedra más llena de helechos, buscando un marcoCuéntame más…