Amnesia

¿Eres tú, Juan?  No te reconozco. Estás muy pálido y flaco. ¡Cuánto tiempo ha pasado, mi viejo! Un día caminaba yo creo que cerca de tu casa y te vi, no me acuerdo bien, pues según dicen, a veces me falla la memoria. Pero sí, sí eras tú. Fue allá por donde se ven todavía las luciérnagas. Te escondías ahí con Lupita, dizque por ser un lugar romántico. Más bien aprovechabas la oscurana, así decía tu madre. Como a ella le caía bien la chamaca, no te preguntaba a dónde ibas a deshoras de la noche. Por cierto, ¿era la Lupita o la Rosita?

¡Ay!, Pedro, te has de acordar de cuánta risa nos daba porque las canijas luciérnagas no se dejaban cazar por más que corríamos tras ellas, tropezándonos con cualquier palo o piedra entre la oscuridad hasta que llegábamos al mar. Mmmm… sí, ¿verdad? No sé por qué me confundo. Las veíamos cómo se encendían y apagaban entrando a nuestro juego. ¡Pobres papalotes adoloridos!  A esta fiesta de luces se unían las libélulas; me parece que las amarrábamos con un hilo o con un listón, ¿tú recuerdas con qué? A ver, a ver… Ahora caigo en la cuenta, era con un hilo fuerte, pues según así no se soltaban. Atrapadas, aguantaban nuestra inocencia y alegría volando por donde las lleváramos. ¡Qué traviesos éramos!, ¿o no? Echábamos relajo en el campo, en el cerro, en el arroyo. Corríamos y corríamos como si alguien nos fuera a alcanzar. Nuestros padres ni se preocupaban, al fin que no nos pasaba nada. Ellos andaban ocupados en conseguir pa´comer.

También eran los días en que salíamos por las noches a divertirnos con los amigos, a pesar de ser pequeños. ¿Cuántos años tendríamos? ¿Éramos ya grandecitos? ¿Tú te acuerdas?

Fíjate, Jesús, mis nietos no salen a platicar, a jugar, a divertirse juntos. Ahora son otras formas de pasar el rato, casi siempre veo que traen unos aparatos en sus manos, se ríen y hablan solos. Dirían nuestros padres: “¡Cómo han cambiado las cosas!” Tenían razón, ya es otro tiempo. Yo creo que la vida se parece a una rueda de la fortuna, dando vueltas y vueltas.  Los gustos y las diversiones ya no son las mismas que antes, hace años. ¿Qué piensas? ¡Contéstame!

A mí me dio la enfermedad de los viejos, por eso no te reconozco. Bueno, pero dime, ¿Juan…? ¿o Jesús? ¿Por qué apenas sí asomas la cara? Anda, no te hagas el tieso. No me quieres mirar, ¿verdad? Veo mucha gente que entra y sale, no sé por qué. ¿Será la fiesta de la virgencita? Pues yo creo que sí, mi hijo me trajo a fuerza, no tenía ganas de salir porque luego me andan buscando.

¡Yaaa! ¡Voltea! Dame la mano, levántate, déjalos a todos y vamos a echarnos una cerveza como nos gusta, bien fría. ¡Qué caray!  ¡Vamos!

¡Sal de ese cajón!  

11 comentarios

  1. Felicitaciones a Rosa Aurora. Muy sentidas sus letras!!

  2. Rosa Aurora! He leído tu cuento y me pareció hermoso! Felicidades! Un abrazo cariñoso de Ana, acá desde San Juan del Río! Pronto nos veremos..

    1. Un estilo pulido, claro y fresco, logras destacar el conflicto de la enfermedad, pero a través de tu pluma le das un aire suave y divertido que mimetiza el drama y lo vuelve ligero y casi fantástico.

  3. Disfruté mucho el cuento, ¡felicidades! 💐

  4. Muchas felicidades Rosy, muy lindo tu cuento. Te felicito. Que sigan tus éxitos!!!❤️

  5. Muchas felicidades Rosita por tu cuento, lo disfruté mucho! Un fuerte abrazo!

  6. Hermoso cuento, muchas felicidades Rosa Aurora, que continúen los éxitos, un cariñoso abrazo.

  7. Felicidades tía, recordar es vivir y recuerda siempre. Ya ni modo! La vida sigue y hay que disfrutar los momentos maravillosos. Continúa y sigue disfrutando de las letras, tu hermoso pensamiento y gran creatividad. Te abrazo con cariño y felicito con mucho amor.

  8. La memoria nos juega sucio muchas veces, sin importar la edad.
    Felicidades por tu empeño y dedicacion por cumplir tus metas, por lograr tus sueños y por compartir tu talento.

  9. Excelente cuento Rosy, justo hoy con mi sensibilidad a flote me atrapó. Los recuerdos nos hacen volver a vivir, hay que compartir con quiénes disfrutamos esas aventuras… Pero no nos escuchan.
    Snif. Me llegó.

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