A Pedro le gustan los Tigres del Norte 

Ya está cerrada con tres candados 
Y remachada a la puerta negra 
Porque tus padres están celosos 
Y tienen miedo que yo te quiera
Los Tigres del Norte  

El verdadero amor de cristo
no es porque murió por todes en la cruz
con la piel llena de clavos
y espinas
y sangre.
El verdadero amor, en cambio
está representado
cuando Jesús compartió la hostia
con sus apóstoles.
Esa noche organizó una fiestota
no cobró cover
multiplicó el pan:
carne tártara con un montón de aguacate
y multiplicó el vino:
coronitas y botellas de tequila
en una tina llena de peces de hielo.
Contrató un trío norteño
que tocó toda la noche.
Después prestó un cuarto a Bartolomé
quién quería estar a solas con Juan.
Tomás bailó
de a caja de cartón de chelas con María
que esa noche se descubrió poliamorosa.
Mateo se tomó selfies en el espejo del baño
mientras Cristo lavaba los pies de Judas
aun sabiendo que lo iba a traicionar.
Pedro, bien entequilado
cantó las canciones de los Tigres del Norte
hasta el amanecer.
Después fueron por barbacoa
Cristo, por supuesto, pagó la cuenta.

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