Performance

La persona es alta y de contextura delgada. Se le ve caminar con la cabeza erguida y con la mirada perdida. Al llegar al boulevard, toma asiento y, con ayuda del celular, observa su ombligo. Sin moverse, continúa la contemplación hasta que descubre una pelusa en su concavidad. Exaltada, increpa a la gente a su alrededor por el agravio de la suciedad en su cuerpo. En ese momento el público es consciente del rol que desempeñaba y se retira murmurando lo que antes expresaba sin mesura. La persona encerrada en su agonía espera una retribución a su malestar sin percatarse de que ni siquiera es la misma pelusa. Su cuerpo es un espiral donde el centro aparece y desaparece o se transforma. Algún día volverá a estar, aunque la simpleza de su morfología no afecte su opinión. Realmente no puede sentirla, tampoco verá la diferencia. Basta con creer que es ella. Ahí está.

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