5 de abril de 2025
Ni mis lentes de sol, ni mi tranquilidad sentada
Ni mi maquillaje brilloso, ni mi porte respetuoso
recatado, repleto repetitivo,
renuente, recesivo,
No real, No real,
Ni mi boca chiquita, ni mis pantalones sueltos
Ni mis audífonos bluetooth, ni mi pago a meses con tarjeta,
Ni mis tenis, mis tenis sucios,
Mi cabello ondulado incontrolable,
Mis uñas descuidadas,
Mi piel morena,
Mis veinte mil kilos de más,
Mis pelos y cicatrices bien distribuidas,
La ceguera, mi ceguera incompleta
Mis lentes manchados, manchados y rayados,
Que bárbaro, inaudito,
Dos segundos, no, creo que no fueron ni los dos segundos,
Fuera del encierro,
Y mi mano está en la perilla de nuevo,
Ni mi invisibilidad innegable,
Ni la compañía de invisibles,
Ni mi sinvergüencería heredada de mi papá,
Ninguna me reconforta,
Antes de salir al escenario a poner el mejor acto del mundo.
.
Un pedacito de cielo en mi hoja blanca
Cuando las piedras reciben la pisoteada número mil
¿A dónde huyen?
Si se quedan sin campos, cerveza y cielo,
Sí se quedan, se quedan y ruedan,
Porque es lo mejor que saben hacer,
Lo único que les enseñaron.
En la noche, cuando pueden levantarse de su letargo
Sintiendo las patadas en la espalda
Se revuelcan en su sangre
Beben de ella
Y embriagados
Se dedican a pecar
Pecar para vivir sin vivir para pecar
Porque cuando uno rueda y rueda y rueda no vive
Sólo obedece.
Se encontraban, mejor dicho se veían
Porque sólo los pendejos se buscan así mismos,
Se veían bajo el sol,
quejumbrosos,
sudando el protector solar coreano
Entre una multitud igual de tostada y sudada,
Todos en chinga, siempre es en chinga todo
Ya ni los simulacros duran más que un tiktok.
Nomás queda un agridulce atardecer,
Que se refleja en ojos y cámaras
Como la única tranquilidad del día,
efímera, pero nuestra.
.
Jardín artificial
Mi pasillo favorito del súper es el jardín artificial
Porque no le da vergüenza ser irreal
Sonríe de pasillo a pasillo sabiendo
Que nunca va a marchitarse
Está seguro de que es infinito y
Sólo tiene que quitarse el polvito
de su cabeza
Y uffas como nuevas.
Se menean como gitanas para pegarse en los ojos
Como diciendo que combinarán perfecto
Con la falsedad de mis paredes
O con la de mis hoyuelos
Bien escondidos.
Me dejo arrastrar por el capitalismo
Del que sé muy bien que vivo enamorada
La pareja tóxica
Sin miedo a que me vuelva a aventar de vuelta
Como las olas que te traen a sentones
Por descuidada
Ahora tengo dos jardines que cuidar
Uno más artificial que el otro
Uno más bonito
Más eterno
Despierto
Uno de ellos no se puede morir.

Poeta decembrina con 24 años vividos, la mayoría en el desierto sonorense. Egresada de la licenciatura de Literaturas Hispánicas de la Universidad de Sonora.
Formé parte de diversos proyectos estudiantiles y eventos culturales cómo el 4to festival de literatura infantil (2019), y/o algunas ediciones del FIELL de la universidad de Sonora.
Participé con la lectura de dos de mis poemas para la televisión educativa de sonora y otros dos se publicaron en la revista digital Neotraba. En marzo de 2025 mi poema “Jardín artificial” fue publicado por la editorial del Museo de Arte de Sonora, en una antología poética sonorense titulada “Senderos de Sal”.
Actualmente estoy en proceso de escribir mi tésis y seguir produciendo textos literarios en talleres, además de formar parte del colectivo literario des(p)ierta que busca la difusión, preservación y presentación de la literatura sonorense en un espacio que fomente la comunidad.