Alerta sísmica

El día transcurre con normalidad. La oficina está llena de sonidos: teclados, bostezos, teléfonos, y voces que se pierden en el murmullo general. Solo la alerta sísmica logra imponer silencio.

—Sismo detectado. Intensidad: fatal.

Los trabajadores se quedan en silencio y, antes de que alguien pueda emitir un comentario, el suelo se sacude, la tierra vibra, y el edificio se desmorona bajo sus pies. Aun así, entre los gritos de horror, una voz se distingue con claridad.

—Sismo detectado. Intensidad: fatal.

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