Calle 18

Pasillos oscuros

de puertas iguales,

ternuras fingidas

con quejido incluido,

posturas acrobáticas

según la demanda,

perfumes baratos

con olor a creolina,

cicatrices profundas,

-frescas y viejas-,

maricas sencillos

y alborotados,

carnes colgantes

como recuerdos,

lavacaras mugrosas,

precios fijos -a veces-,

papel higiénico

para secar aquello,

Julio Jaramillo

devolviéndole la

fe a un hombre engañado 

y en el fondo de

todo esto un alma

de mujer que

se le perdió al

destino, así, de

golpe, sin saberlo,

y nunca la recuperó.

1 comentario

  1. Hermoso poema!!
    Felicidades Jorge. Las imágenes claras, contundentes!!

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