Huang Bo y Ding Sheng se encontraban sentados mirándose de frente. Entre los dos había una pequeña mesa de madera y alrededor de ellos, sus hombres de confianza, todos mirando al centro.
El motivo de la reunión era terminar con un periodo de guerra que había dejado de ser rentable. Demasiadas muertes, muchas pérdidas en especie y un desorden en las líneas de comercio habían obligado a aquellos dos caciques a enfrentarse en persona. En sus rostros se podía distinguir tensión, ambos se veían preocupados. Se miraron a los ojos unos segundos y desviaron su mirada a lo que sucedía sobre la mesa.
Dentro de un recipiente de vidrio que servía como arena, una mantis color verde se erguía frente a los cadáveres de una araña y un escorpión a los que había derrotado en dos combates anteriores. Parecía inmóvil, pero sus antenas y sus ojos se movían a niveles que un ojo humano no podía distinguir.
Era una guerrera de varias batallas, por eso la había elegido su dueño, para representarlo en aquel duelo. Frente a ella descendió la pequeña caja de madera de la que saldría su próximo oponente. Los espectadores murmuraron al ver que era otra mantis, no era común ver a dos de estos especímenes enfrentarse.
Las reglas le daban la ventaja a Huang Bo, su linaje era de mayor alcurnia que el de Ding Sheng y por lo tanto una sola victoria era suficiente para derrotar a su oponente, que necesitaba tres. Hasta ahora solo había logrado dos derrotas y ahora era su última oportunidad de vencer.
El enfrentamiento comenzó. Ambos insectos se movían en círculos sin darse la espalda. Sus brazos y alas extendidos para aparentar mayor tamaño, se veían majestuosas. En sí, el combate no sería muy largo, un par de movimientos rígidos, rápidos y precisos eran suficientes para la victoria. La emoción estaba en la espera.
Huang Bo y Ding Shang no quitaban la mirada del recipiente, todo estaba en silencio, casi se podía escuchar el sonido de las extremidades de los dos insectos que se enfrentaban a título de sus dueños.
El enfrentamiento fue veloz. Una combinación de ataques por ambas partes, izquierda, derecha, izquierda, derecha, las alas extendidas. Los ojos de los señores de la guerra se enfocaban cada vez más, el resto de la audiencia intentaba permanecer impasible, era un gran esfuerzo.
El duelo terminó casi de manera súbita, ambos insectos permanecían trenzados aún era difícil distinguir al triunfador los murmullos de los presentes se escucharon por pocos segundos y la atención se fijó en las dos mantis. La campeona de Ding Sheng comenzó a devorar la cabeza de su oponente, Huang Bo había sido derrotado.
Ambos se levantaron de sus sillas, se dedicaron una discreta caravana y el vencedor salió de aquel sótano. En sus manos llevaba la pequeña caja de madera que hospedaba a su campeona. Ahora él sería la máxima autoridad de aquella comarca.
Ulises José García Rodríguez, nacido en Cuernavaca Morelos el 3 de diciembre de 1974. Estudié servicios editoriales con el grupo editorial Versal de 1999 a 2000. Manejé un proyecto editorial llamado TREBUCHET EDITORIAL del 2000 al 2005, he trabajado como asistente en distintos proyectos de edición impresa y digital así como en el transporte de libros en papel a versión Epub. Egresado del Diplomado en creación literaria de la escuela de escritores Ricardo Garibay.